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Mostrando entradas de julio, 2014

Una madre extraordinaria para un hijo extraordinario.

Eneko es un precioso niño, lleno de vida y ganas de luchar. Nació a las 30 semanas de gestación, lo que posiblemente sea el causante de su retraso psicomotor.  Su madre tiene un blog,  cartas a Eneko  ,un cuaderno de bitácora muy especial al que nos invita y os puedo asegurar que es el mejor y más motivacional blog que haya visitado. También podéis conocerle en facebook . No dejéis de hacerlo. Yo llegué a él por este precioso decálogo que como carta de presentación lo dice todo: Decálogo de una madre de un hijo especial. (Mi visión de la maternidad). 1. No te culpes. Tu hijo ha nacido diferente, porque tenía que ser así . Es su identidad.  2. No te avergüences. Aunque parezca una barbaridad pensar eso, hay padres que sienten que sus hijos son menos válidos por tener una discapacidad. No es falta de amor. Más bien falta de información.  3. Habla de tu hijo en positivo. No te lances al pesimismo y la lágrima fácil. Tu hijo no se lo merece.

Guía: "Hablar de adopción, también cuando es difícil"

“¿Por qué una guía para hablar de adopción en estos tiempos, en los que parece que este es un tema ya superado?” Necesaria y oportuna, esta es una herramienta que ha de servirnos de ayuda a los padres que formamos nuestra familia –o la completamos- por medio de la adopción, para concienciarnos de por qué es tan importante tener presente el hecho adoptivo. Tengo amigas, personas a las que quiero mucho que creen sinceramente que “tengo muy presente” el tema adoptivo y me dicen incluso que así mis hijos nunca podrán quitárselo de la cabeza… ¡cómo si no lo tuvieran presente de muchas formas y por muchos motivos! -Mamá ya no me quieres….? ¿Me dejarás de querer? ¿Si te vas -de viaje- te olvidarás de mí?( y si me voy a trabajar o a la peluquería  me dice que me echaran de menos...) -Mamá y si te olvidas de que me quieres, que pasa? -Mamá si a vosotros os pasa algo volveremos al orfanato…? -Mamá yo voy a ser de alta como tú o “no se sabe”…? -Mamá yo ya no soy adoptada eh? Y

Una lectura especial.Detrás de tu mirada. 2ª Parte

Abrir un libro a veces es exponerte, exponerte a abrir algo más que las tapas de un libro (incluso digital) a veces equivale a abrir estancias que dentro de ti permanecen cerradas o apenas visitadas, porque son zonas sombrías, porque son espacios llenos de recuerdos dolorosos que no has sabido elaborar, porque esas vivencias te huelen a rancio y piensas que nada tienen que ver con quien eres ahora, porque todos –y no sólo los niños que han sido adoptados- tenemos nuestra propia “mochila”, el sentimiento de abandono no sólo es privativo del hecho adoptivo, muchos de nosotros hemos sufrido desamparo de una u otra forma  y cómo esto puede afectarnos no sólo a nosotros sino también a nuestros seres queridos, a nuestros hijos, es una de las evidencias más importantes que expone esta novela.  Es muy posible que te reconozcas en algunas de las circunstancias o te llegues a identificar con algunos de sus personajes, puede ser que por esos “caprichos del azar” asomen a tu vida en momento

"Detrás de tu mirada". Una lectura especial. 1ª Parte

De cómo llegué a leerlo. Desde hace años Marga Muñiz Aguilar ha formado parte de mi vida.  Antes de adoptar leía cuantos manuales y libros caían en mis manos y andaba detrás de conseguir un libro cuyo título me tenía intrigada y que no podía encontrar ni por la red, ni en mi librería de siempre (luego he sabido que era por problemas de la editorial). Cada vez que salía de viaje preguntaba por él en los Corte inglés y fnacs  y librerías que me encontraba al paso,    "Cuando los niños no vienen de París "   de Marga Muñiz Aguilar,   encontrar ese libro se convirtió en un objetivo. Y lo encontré de manera fortuita en Granada. Sucedió que tras dieciséis días sin salir del hospital donde Eduardo había sido operado de cáncer, y fuera ya de peligro,  salí a airearme y pasé delante de una librería,  me puse a ojear los libros de poesía, buscaba una buena antología poética (leer poesía es una necesidad casi espiritual que desde pequeña me inculcara mi madre) y traspapelado, al

Reaprender a escuchar jugando

A menudo tenemos la impresión de no ser escuchados, de no ser atendidos, nosotros mismos en cualquier conversación parece que más que a escuchar lo que hemos aprendido es a poner la oreja, dejamos la oreja puesta con la actitud de escucha en piloto automático y o bien nos ponemos a pensar en qué vamos a contestar, o en cómo exponer nosotros nuestra experiencia o volamos con la mente a nuestras cosas o sencillamente, "nos conectamos a masa"...(a veces somos capaces de hacer creer a alguien que le estamos escuchando mientras seguimos atentos a la pantalla de la televisión de un ordenador o una tablet o un periódico) Partamos de un principio elemental: hay diferencia entre oír y escuchar. El escuchar puede definirse como el proceso por el cual el lenguaje hablado es convertido en significado en la mente. Escuchar, entender lo que oímos no es fácil, a veces es cuestión de actitud. Dejándonos aparte nosotros, los adultos -pero no muy aparte- nos asombra que los niño

Su historia.Una ardua tarea

Por Brenda Padilla Brenda es oriunda de  de EE.UU.  y reside en España desde hace más de 20 años. Trabaja en medios de comunicación e impartiendo cursos de oratoria y formación intercultural, Yo tuve la suerte de conocerla en Granada gracias a un taller que organizó AFAM y que ella impartió que se titulaba " Temas importantes temas difíciles " sobre la historia de nuestros hijos, en aquel taller nos explicaba que  Los niños necesitan saber, necesitan conocer su historia por dura y difícil que esta sea, lo fundamental es primero asumirla nosotros para luego poder trasmitírsela a ellos con naturalidad y ofreciendo datos acordes con la edad de nuestros hijos. Ayer en una conversación, que agradezco profundamente, con Marga Muñiz al hilo de mi último post " Cumpleaños ausencias y presencias"  descubrí además que no basta con ser neutral y apartar la carga emocional, ni tratar de ser natural para trasmitirles mis hijos su historia, tengo por el bien de ellos, ad