Diciembre 2008
Mí querida hija:
Papá se ha puesto malito, muy malito, su enfermedad es como un catarro fuerte fuerte tanto, que hemos pasado unos días en un hospital y los médicos le han apagado la voz, ahora tiene que cuidarse mucho y yo tengo que cuidarle muy bien para que se ponga bueno y pueda volver a hablar aunque sea muy bajito. Eso no es importante porque, mi niña bonita, las palabras más importantes siempre se dicen bajito y no por ello pierden fuerza.
Ahora entiendo porqué no te hemos encontrado todavía, en el cielo sabían que esto le iba a pasar a papá y teníamos que esperar a que se pusiera bueno para poder conocerte.
Ya verás: ese mismo cielo sabe que somos tus papás y que tu eres nuestra niña y lo está preparando todo para que cuando sea posible tengamos dos alegrías muy grandes: que papá se habrá puesto bien y que iremos a conocerte.
Acuérdate del hilo rojo, esto no es más que un nudito enmarañado que nos hemos encontrado en el camino, pero estamos trabajando para deshacerlo y llegar hasta ti: nuestra hija. No te conozco, no sé cómo eres pero te quiero muchísimo y estoy deseando conocerte para demostrarte mi amor, nuestro amor. Ya lo verás, cuando el cielo nos lo permita vamos a ser muy, muy felices, seremos la familia más bonita del mundo.
Te quiero mucho hija mía.
Fdo: Mamá